El huerto de Risitas. 2º Infantil C.

¡¡¡Hola!!! Aquí estamos de nuevo para contaros lo bien que nos lo pasamos en el Aula de Educación Ambiental, ayudando a Risitas a que su huerto estuviera más limpio.¡Qué de cosas aprendimos!.

Salimos muy prontito, porque Risitas necesitaba toda la ayuda posible, eso sí, fuimos muy equipados para la ocasión, con gorras y nuestras mochilas con agua y algo de comida, empieza a hacer mucho calor...

Cuando llegamos al Aula, pudimos oler toda la lavanda que había por el camino, pero acariciándola con mucho cuidado.

Recorrimos un camino de madera, que nos llevó a descubrir a nuestra ya amiga Risitas, la Lombiz feliz, que ayuda mucho en el huerto encargándose de abonar y hacer caminos debajo de la tierra para que las raices puedan crecer, la Mariquita pequitas, a la que le encanta comer unos bichitos que se llaman pulgones y que hacen daño a las plantas y por último al caracol Paul, que lleva la comida en su casita.

Después de conocerles a todos y que nos pidiesen que les ayudásemos un poco, a lo que todos estábamos muy dispuestos, comenzamos a aprender que existen tres tipos de tierra para que las plantas puedan crecer fuertes, pero antes, teníamos que separar de cada una de ellas todas las cosas que las plantas no necesitaban y tirarlas en una carretilla.

¡Qué trabajo más cansado!, pero como somos un gran equipo, ahora tocaba en equipo, coger cada tipo de tierra y juntarlas.... ¡¡allá vamos!!.

Ahora, con esa tierra, nos tocaba poner nuestra tomatera y añadirle la tierra para que crezca fuerte y de unos tomates riquísimos.

 Como véis pudimos tocar a nuestros amigos... los caracoles y lombrices, pero después de tanto trabajo, necesitábamos reponer fuerzas, así que nos lavamos bien las manos y descansamos un ratito.

Ya estábamos listos para continuar ayudando a Risitas en su huerto. Quitamos malas hierbas, para poder ir con carretillas a por abono y que la tierra se pusiera fuerte para volver a ser plantada, regamos las plantas, plantamos unas nuevas...

 Ya habéis visto lo bien que nos lo pasamos, todo lo que aprendimos y lo mucho que trabajamos.

A los papás y mamás, sólo me queda animaros a visitar el Aula de Educación Ambiental de Pozuelo.